El término «tomate antiguo» o «tomate heirloom» (de herencia, en inglés) se refiere a las variedades de tomate que han sido cultivadas y pasadas de generación en generación, a menudo durante muchas décadas. Estos tomates se valoran por su diversidad genética y su sabor y textura únicos, a menudo considerados superiores a las variedades comerciales más comunes.
Las semillas de los tomates antiguos se guardan de un año para otro, permitiendo que las características específicas de la variedad se mantengan. Estas variedades suelen estar adaptadas a condiciones climáticas y de suelo locales específicas y pueden presentar una resistencia superior a las plagas y enfermedades locales.
Los tomates antiguos vienen en una variedad de formas, tamaños y colores. Algunos son de colores brillantes o inusuales, como el púrpura, el amarillo, el negro o incluso el rayado. Los tamaños y las formas también pueden variar enormemente, desde pequeños tomates cherry hasta grandes tomates beefsteak.
En la actualidad, hay un renovado interés en los tomates antiguos debido a su sabor y diversidad. Aunque pueden no ser tan uniformes o tan duraderos como las variedades comerciales, muchos chefs y amantes de la comida aprecian su riqueza de sabor y su singularidad.